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| Fotos: Esther |
Si hay algo en la huerta estos días son guindillas. Están muy buenas fritas sin más, como los pimientos verdes (¡y encima no pican! Al menos las de ahora...) pero puede darse la circunstancia de que no demos a basto para consumir las ingentes cantidades de guindillas que van llegando semana tras semana (estoy exagerando un pelín ;-)). Con exageración o sin ella, no está de más saber cómo se embotan las guindillas, así podemos contar con ellas en las épocas del año en que no tenemos. Y más fácil no puede ser, ya lo veréis.
Ingredientes:
- Unas buenas guindillas.
- Agua.
- Vinagre.
Elaboración:
- Introducimos todas las guindillas que se pueda en un bote de cristal.
- Echamos 2 partes de agua y una de vinagre. ¿Qué tipo de vinagre? El que queramos, le dará más o menos sabor...yo he utilizado en mi primer experimento vinagre de vino normal y corriente.
- Cerramos el bote (bien cerrado) y esperamos 3 meses. ¿Ya está? Si, ya está. Así de sencillo :-).
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